07 diciembre 2005

Destino y obsolescencia

A veces pienso que realmente el destino quería que me conviertiera en mesxesiano ilustre/obsoleto consumado. Esto es así porque en múltiples ocasiones a lo largo de mi vida, diversas circunstancias estuvieron a punto de impedírmelo y llevarme por otros derroteros, pero milagrosamente mi historia obsoleta siguió su curso inexorablemente hasta llevarme a la posición de liderazgo social en la que me encuentro actualmente.

Para llegar al origen de este desvarío, tenemos que remontarnos a una época en la que yo tenía menos estatura y más pelo: mediados/finales de 1985. Fue entonces cuando pronuncié la frase con la que comenzó todo:

"Papá, para reyes quiero un ordenador"


Que me cuelguen (excepción no controlada de tipo 0xE en 0xQWERTY) si yo sabía lo que era un ordenador o para qué servía... sólo sabía que mis amigos ya tenían o iban a tener uno de esos aparatos, así que yo no iba a ser menos.

Como no especifiqué el tipo de ordenador (en aquellos tiempos no era tan fácil como simplemente decidir cuánta RAM y CPU queremos), el hecho de que el elegido fuera un MSX fue pura coincidencia... o destino. En al menos dos ocasiones, a punto estuvo de terminar la historia de modo distinto. Recuerdo a mi padre soltar esta frase lapidaria en casa:

"Entonces decidido, compramos el Spectrum, ¿vale?"


Y yo estaba de acuerdo. No recuerdo qué impidió que tan maléfico plan se acabara cumpliendo.

En otra ocasión, estábamos en un Carrefour (por aquel entonces, Agrupación Geográfica de Naciones) y otra frase aún más lapidaria si cabe salió de labios de mi progenitor:

"Venga, pues nos quedamos este Amstrad."


Y de nuevo, yo estaba de acuerdo... pero, oh fatalidad (que acabó siendo providencia), mi padre no tenía dinero y se había dejado la tarjeta debiticia en casa.

Del resto del proceso decisorio ya no fui partícipe, sólo sé que para enero de 1986 yo ya tenía en mi mesa un flamante Canon V-20 como el de la foto (el mío ya no lo tengo) con un no menos flamante logotipo MSX en su carcasa.


El siguiente hito en mi destino obsoleto se produce justo un año después, cuando articulo la siguiente frase:

"Papá, para reyes quiero un juego de naves en cartucho"


Por 34 gallifantes, ¿cuál fue el juego ganador? Premio para el caballero o caballera:


Después de este llegaron más... el Nemesis 2, el Salamander... hasta que algo falló al llegar al Nemesis 3. Me enteré de la existencia de este juego gracias a unas fotos de la revista Input MSX (¿recordais? Las fotos que luego resultaron ser del "Nemesis 2 beta"), pero no había forma de encontrar el juego en las tiendas. Hasta que un dependiente de El Desaire Británico nos soltó la siguiente perla:

"Es que el MSX ya está anticuado"


Unicamente mi corta edad y mi candor infantil me impidieron descuartizar allí mismo a ese individuo por haber soltado semejante herejía. ¿El MSX anticuado? ¿Pero qué se ha creído? ¿Cómo se atreve? Imposible. Debe ser un becario o algo así.

Finalmente encontramos el juego... por correo, en Mail Soft. Genial, pensaba, la búsqueda ha dado sus frutos y seguro que soy el único mesxero en España que tiene ese juego. Hasta que por casualidad, en una papelería veo lo siguiente:


¿Cómo que "cómo terminar Nemesis 3"? ¿Es que hay alguien más que tiene ese juego? ¡¡Mamá, cómprame esa revista!!

En ese momento comenzó otra época peligrosa. Sin juegos nuevos de MSX en las tiendas (entiéndase por "juegos" los de Konami, para mí todo lo demás era bazofia), mi padre me dice que vamos a comprar un PC, porque es el futuro y todo eso. Y yo: pues vale. Empezamos a buscar y rebuscar, y en Galerías Preciados vemos uno bastante económico (apenas un par de cientos de miles de pesetas), pero eso sí, con CGA y pantalla monocroma. A mis progenitores eso les da igual, pero a mí no me hace mucha gracia. Total que lo dejamos estar, y de vuelta a casa, esta vez es mi madre la que suelta una frase histórica:

"¿Y si compramos ese PC para papá, y para ti un Amiga?"


Y yo, ¿adivinais qué dije...? "Vale". Pero mi padre dijo: "Ahora no vamos a volver, ya iremos otro día". Cosa que providencialmente no hicimos.

Al final la máquina elegida fue un 386SX con VGA, todo un prodigio de la tecnología en aquella época (1990). Yo aún conservaba el MSX, pero el susodicho estaba, como quien dice, en la cuerda floja. Apenas lo usaba y le dedicaba más tiempo al PC, su MS-DOS y esas cosas (¿veis? Todos tenemos nuestro oscuro pasado). La revolución vino de repente, de la mano de la MSX Club, que seguía comprando. En una noticia, o comentario, leí algo como esto:

"Space Manbow, shotemup de Konami para MSX2"


¿Shotemup... de Konami... para MSX2? No tardé más que un par de milisegundos en llegar a la conclusión lógica: necesitaba un MSX2. Por suerte, años de nemesizamiento habían dejado su huella.

Comenzó entonces el escrutino de los anuncios de segunda mano de la MSX Club. Por aquel entonces era normal encontrar cosas como "Vendo Philips NMS8245 por 50.000 pesetas", todo un fortunón. Paralelamente se imponía un proceso de enjabonamiento paterno, ya que eran ellos quienes sufragarían tal actualización tecnológica. Un buen día mi madre soltó la frase de la que probablemente se arrepintió:

"Pues para comprar un MSX2 usado, mejor un MSX2+ nuevo."


Y así fue... a mediados de 1991, después de una laaaaaarga espera, recibí de manos de LASP (empresa/individuo que merece una disertación aparte) un Sanyo Wavy FD ampliado a 128K y ¡¡con disketera!!:


Era por cierto la época del "Coleccionable de Japón" de MSX Club, gracias al cual aprendíamos que en aquel sagrado país había unos juegos despatarrantes que quizá algún día nosotros, pobres mortales, podríamos llegar a ver.

Poco después cerró MSX Club, pero yo y otros obsoletos, mayormente el inefable Saver (el que se queja de que no programo mi propio blog... yo por mi parte me quejo de que él ya apenas toca su MSX), llevábamos ya una inercia imparable, y por medio del teléfono y de las BBS (que en esa época no había interdem) nos pusimos en contacto con otros miembros de la resistencia obsoleta, y hasta incluso surgió la loca idea de hacer un fanzine. El MSX oficial había muerto, dando paso al MSX friki.

Lo que ocurrió desde ese momento es otra historia que ya contaré en otro desvarío.

La conclusión está clara... a pesar de las múltiples zancadillas del azar, he llegado a ser un obsoleto de pro y a hacer grandes cosas (y salvar el mundo y bla bla...), lo cual nos lleva a la lógica conclusión de que el destino me quería donde estoy ahora, y lo dejo ya que han venido unos señores con una camisa de fuerza que no sé qué quieren.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, nos hemos enterao de como te emesequizaste, pero ¿Y los detalles escatologicos? XD

Y pensar que podrias haber terminado de lider de cierto ordenador con tendencias monocromatosas...

Konamiman dijo...

También podría haber terminado líder amstrero, amiguero... o pecero. Quién sabe si entonces el LINUX se llamaría NEXTOR. :-P

Anónimo dijo...

Me ha encantado la conclusión sacada al enterarte de la existencia del SpaceMambow xD

Y oye, lo mismo me quemáis al leer esto, pero por entonces los PCs tenían su encanto (si había pelas para ponerte una VGA, monitor color y una Sound Plasta), pero claro, despues vino el Windows y los cuelgues.