Japoneando (el retorno) 2

Con cierto retraso y no menos desvergüenza, aquí os dejo una entrada más dedicada a mi reciente viaje osakiense. En esta ocasión he renunciado a poner explicaciones y me voy a limitar a las fotos, porque total, las idems hablan por sí mismas y además no tienen nada que ver unas con otras. Espero que te guste, y si no, por favor no me pegues en la cabeza, que la necesitaré para sostener la peluca dentro de no mucho.

La gracia de esta foto es que está hecha en un área de descanso de una autopista.

He aquí el chocolate recibido por el menda el día de San Valentín, por parte de mi suegra, mi cuñada y mi señora, irrespectivamente. Si es que cuando uno es irresistible, lo idem.

No todos los días se presenta la oportunidad de fotografiarse con un fantasma con kimono.

En el cartel pone, obviamente, "Precaución: niño señalando".

Por alguna razón, me encanta esta foto. La encuentro artístico-filosófica, o algo.

- Do be agag botos didiculag, geu dengo una debugaguion gue bandeneg.

- Jo jo, cuánto sushi, cómo mola... a ver si aún puedo pillar un poco más...

- ...sí, creo que el MSX me pone los cuernos con la aspiradora, y para colmo el Twingo me dice que ya no lo quiero como antes y que de vez en cuando ya podría ponerle gasolina de 98 octanos...

Admitidlo: a los de mi quinta os haría mucha ilusión haceros una foto como esta.

He aquí un bebedizo altamente exótico, procedente de lejanas tierras misteriosas.

- ¿Estás seguro de que podrás comerte todo eso?
- Huy, y no me has visto cuando tengo hambre de verdad...

- ¡Se me ha caído el cristal de carbonita para el condensador de fluzo! ¿Lo has visto por aquí?
- No me distraigas que estoy a punto de terminar el motor de curvatura...

- Hala, otro fin de semana haciendo de canguro... en fin, todo sea por conseguir pelas para el iPañal.

- ¿Lo ves, chaval? Cuando tengas pasta podrás ir con tías buenas, como yo.

- Sí que tarda el autobús... ¿a ver si al final va a resultar que esto no es una parada de diseño?

Ya somos un poco más japoneses: tenemos bicicleta.

Y eso es todo por hoy, pero no sufrais (o sí), que tengo más fotos y habrá más entradas blogueras japonesizantes.

つづく。。。

NO TOCAR

Bienvenido a Visual Studio. Tienes a tu disposición todo el poder del entorno de desarrollo más avanzado. Puedes hacer cosas que nunca habías imaginado. El mundo de la programación está enteramente a tus pies.

Eso sí, sólo tres advertencias. No lo mojes, no le des de comer después de medianoche... y sobre todo, hagas lo que hagas, NO uses el método Equals.


Nota: ¡Entrada número 100 del blog! ¡Fiesta!

- ...dersde Santurce a Osakaaaa... brengo bor toda la orishaaaa...
- Bapá, desja ya de breber gue te esdás boniendo worrosso... hips...

Internet da miedo, o mola, o algo

Sí, os debo un par de entradas con fotos y cosas de mi último viaje a Japón, finalizado hace una semana. Excusas no me faltan: desde una gastroenteritis nada más llegar que nos ha tenido a Kaito y a mí postrados en cama unos cuantos días, hasta una tonelada y media de trabajo atrasado "superurgente-de-la-muerte-y-sólo-lo-puedo-hacer-yo", pasando por la clásica y socorrida vagancia perezosa.

Pero antes, quiero enseñaros algo curioso, que a buen seguro abrirá una profunda reflexión, amén de un acalorado debate filosófico-moral, sobre los límites éticos de la capacidad omniscente de esa meta-red gigantesca llamda Internet. O no, pero es curioso y ya está, leñe. Veamos primero unas fotos tomadas en un parque cercano a la casa nipona de Kyoko:






Bonito, ¿verdad? Bueno, pues ahora nos metemos en wikimapia, nos damos un garbeo por Japón y, ¿qué nos encontramos? Pues esto (como siempre, cataclack en la imagen para verla más more):


Y si quereis el enlace directo al susodicho mapa, helo aquí.

Conclusión: internet da miedo, o mola, o todo junto, o algo.