13 septiembre 2015

Japoneando 2015



Hola gente, si es que queda alguien.

Aquí debería ir la perorata habitual con palabras extravagantes y grandilocuentes excusas por el total abandono al que tengo sometido este blog... pero total, para qué. En primer lugar, ya lo sabéis: no tengo tiempo y muchas veces tampoco fuerzas ni para retro-obsolescencias ni para blogodesvaríos. Y en segundo lugar, los que aún me leéis ya debéis estar acostumbrados y me queréis tal y como soy (florecitas y corazoncitos).

Pero miren ustedes por donde, hace poco volví a subirme a una de esas cosas que tienen alas pero no pían, y me planté junto a la familia en tierras niponas, más concretamente en casa de mi suegra. Siendo esta una de las pocas ocasiones en las que me obligo a relatar la experiencia en este blog sí o sí, he aquí el resultado.

"Espera, ¿has dicho en casa de tu suegra, en singular?" Pues sí. Acostumbro a escribir relatos despreocupados y dicharacheros en este blog, pero el de esta ocasión va a arrancar con un evento muy triste.

Fue todo muy rápido. El pasado día cuatro de febrero Kyoko recibió vía internet un puñetazo en el estómago: su padre, don Shuzo Koizumi, acababa de ser diagnosticado de cáncer de hígado. Inoperable y muy avanzado.

Ese mismo día compramos el pasaje que permitió a Kyoko plantarse en Japón tan sólo cuatro días después, mientras yo me quedaba al pie del cañón con los nenes.

Los médicos calculaban que Shuzo podría vivir unos tres meses... pero se equivocaron. Nos dejó el tres de marzo, siendo por esos azares de la vida Kyoko la única persona de la familia que estaba presente en el momento del fatal desenlace.

Tres semanas antes había cumplido los 65 años que estaba deseoso de cumplir para cerrar el restaurante y disfrutar de una más que merecida jubilación. La vida puede llegar a ser muy perra, con perdón de los cánidos hembra.


Todos estos niños se han quedado sin abuelo



¡Pero basta de tristeza! Seguimos teniendo en Japón una madre-suegra-abuela, tres hermanas-cuñadas-tías, un puñado de sobrinos-primos y por supuesto un hermosísimo país que visitar. Así que como de costumbre, aprovechando la temporada estival allí que nos fuimos. Pasen y vean el relato de tamaña aventura, empezando como de costumbre por el viaje en sí:



- Buenas, ¿qué parte del autor me recomienda?
- Pues está de suerte porque hoy nos han traído uno fofisano y está todo él de rechupete.



- Un poco pequeño para un viaje tan largo, ¿no? Aunque lo que más me preocupa es que no he visto que tenga ningún baño...



El puerto USB en el asiento marca un antes y un después en la experiencia del vuelo intercontinental, os lo aseguro



- Señores pasajeros, atterizaremos en Osaka dentro de diez horas y media.
- ¡Ooooeeee! ¡Marcha! ¡Fiesta! ¡Desenfreno! ¡Anarquía!



- Señores pasajeros, nos disponemos a atterizar en el aeropuerto de Osaka.
- Mar... cha... fieee... zzzzzz...



- Pero mamá, ¡si eres Superman por qué no nos has traído en volandas y así no nos ahorrábamos los pasajes!
- Hijo, renueva el repertorio que tu padre ya hizo ese chiste el año pasado.



El restaurante familiar, por supuesto, había cerrado sus puertas tras el fallecimiento de la mitad de su plantilla (aunque era algo que de todas formas iba a ocurrir en breve), así que esta vez tocaba buscarse la vida si queríamos menear el bigote.



- Procura pescarlos gorditos que esta va a ser nuestra cena...



- ...y si mañana queréis desayunar hay que atracar una panadería, así que id escogiendo el material.



- Venga, arranca unas cuantas patatas para que podamos hacer una tortilla. Y date vidilla que el dueño del huerto no anda lejos.



- ¿Ya habéis elegido el almuerzo? Pues hala, os lo cargáis al hombro y ¡salís corriendo como sobre que lleva el político!



- ¡Bah, estoy harto de esta mala vida! Mejor me emborracho con Fanta de uva y me como un semáforo.



- ¡Uf, qué comilona! Suerte que hoy paga el calvo.
- (Pues a ver cómo le digo que me he gastado todo el presupuesto del viaje en juegos de MSX y cromos del Songoku...)



- ¿Qué, está bueno el zumo radiactivo ese?
- Al principio pica un poco pero en cuanto te acostumbras a las mutaciones entra de fábula.



Aventuras culinarias aparte, no podía faltar la interacción afectivo-lúdica de rigor con la colección de primos por allí residente.



- Ya estoy convenientemente equipado, podemos irnos de marchuki.
- ¡Okis! Voy sacando el coche pues.



- Tengo que contar lo nuestro en el twittebook, lo van a flipar todos en colores.
- ¿Que qué? Yo sí que me sé de uno que lo está flipando a base de bien...



- Mayu, preciosidad, ¿qué sería un viaje a Japón sin la foto de rigor en la que me pego a ti y pongo cara de pervertido?
- Sería una cosa maravillosa, te lo aseguro...



- ¡Kazuki, pedazo de hombretón, que ya cumples dieciocho! ¡Ven, que vamos a hacer cosas absurdas de machotes!
- ¡Socorro! ¡A mí la sección de inmigración del ministerio del interior!



- Mira cariño, he comprado una botella de té ¡y venía con un nene monísimo de regalo!



- Así que os pinzáis los ojos para imitarnos, ¿eh? ¡Pues hala, así es como nosotros imitamos a los occidentales! (parcialmente verídico)



- Hala, ya hemos limpiado los cristales, ¿podemos volver a entrar en casa ya?
- No, de paso lavad el coche, que lo tenéis aparcado justo debajo.



Al igual que en la ocasión anterior, los nenes y el gran Wataru visitaron un lugar en el que aprenden multitud de oficios que en el futuro les permitirán ser parados de pro o precarios de postín.



- Entonces una vez reparada la avería real le decimos al cliente "Hay que cambiar el pestillo del convolucionador porque tal como está no pasa la ITV", y ahí es cuando le clavamos, ¿verdad?
- Exacto, ¡lo habéis entendido perfectamente!



- ¡Por una vez vas a apagar un fuego en vez de provocarlo! ¿Estás emocionado?
- No sé, siento como si fuera a provocar una paradoja destructora de universos o algo así...



- Ahora escribís "500€" en cada uno y los metéis en el horno. Y recordad que los que se quemen hay que enviarlos directamente a Suiza.



- Qué textura, qué voluptuosidad. Seduce a primera vista y conquista al primer lametón. Una verdadera obra de arte.
- Tío, vale que hay que estar orgulloso del trabajo bien hecho, pero sólo son unos malditos helados...



- ¡Nos hemos quedado sin harina! ¿Qué hacemos?
- Usaremos cemento, ahora está de moda la pizza bien consistente.



- Venga, terminad de fabricar el nanocoche que Papá Pitufo está impaciente. 



- Mon ami le monsieur pâtisier, lequels delicieux gateaux avez-vous inventé aujourd'hui?
- A mí no me hables en ruso que te tragas el gorrito, la corbatita y puede que hasta la batidora rara esta también...



- Cuando hayáis desactivado el reactor acordaos de sacudiros bien los restos de plutonio.
- ¿Los qué...? ¿Estas cositas brillantes? ¿No eran gominolas hi-tech? Pues menuda nochecita voy a pasar...



- Bueno, ¿algún voluntario para probar las nuevas cámaras de criogenización?
- Si se trata de algo así como dormir, ¡me apunto pero ya!



- ¿Tú crees que se darán cuenta de que por error hemos usado sal gorda en vez de perlas de azúcar?
- No sé, ¿por qué crees que he dejado la puerta abierta y el coche delante con el motor en marcha?



- ¿Pero qué habéis hecho? ¡Os dije cinco mililitros de triquiñuelina! ¡¡No cinco mil litros!!
- Aaah... ya nos parecía que costaba un poco meter la dosis en la jeringuilla...



- Entonces, ¿juntamos los panecillos y los servimos así tal cual? ¿Sin meter nada en medio?
- Eso es. Lo vamos a llamar "McAir", si a Apple le funciona por qué no a nosotros...



- ¡Pues es verdad! ¡Se están vendiendo! La gente está verdaderamente muy mal...



- A ver señora, ¿reconoce al que le ha birlado las golosinas? Tómese su tiempo.



- Jefe, los misiles están a punto de llegar a su destino. Este trabajo de ayudante de Skynet es facilísimo.
- ¿Ayudante? ¡¡Vigilante, el trabajo era de vigilante!!



- Como se han puesto en huelga hasta los pilotos becarios nos han tenido que poner a nosotros para cubrir la ruta Osaka - Valdemoro.
- Pues yo aún no he aprobado ni primero de aviones de papel, a ver cómo sale la cosa...



- Ha costado 46 años de investigación pero por fin hemos encontrado el carro de aquel señor español, está exactamente aquí.
- Pues os vais a reír... el susodicho señor literalmente se ha muerto de viejo esperando.



- ¡Oh mundo cruel! ¿Por qué todo nos sale tan mal?
- No hay nada que hacer, es porque estamos sumamente... ¡gafados! ¡¡Jo, jo, jo!!



Mientras los nenes aprendían variopintas formas de dominar el mundo, este que escribe se fue de excursión solito por los rincones más escondidos y barriobajeros de Osaka, encontrando pintorescos lugares y adminículos.



Fósiles de objetos de culto recientemente hallados en las ruinas de un templo manzánico. Se ve que cada uno costaba un millón de sextercios en la Manzanum Tiendae de Alejandría.



En esta tienda vendían aparatejos muy raros que no fui capaz de identificar adecuadamente, ¿alguien podría darme una pista?



Cataclackad en la imágen para ampliarla y fijaos en los precios. ¿Quién dijo especulación?



- Coma todo lo que se le antoje, pero tenga en cuenta que pagará lo que se nos antoje a nosotros...



He aquí el mejor cartel de cibercafé nunca visto.



- ¿Qué creías, que ibas a cargar tu esmarfone gratis? ¡Pues de eso nada!



Y por lo demás, pues lo típico: se realizaron actividades misceláneas que permitieron la toma de fotografías dignas de bloguificación, tal como se puede apreciar a continuación.



- ¿Que así vamos a volver a España? ¡¡No me fastidies!!
- Papá ha comprado los billetes en clase "Muerto de hambre plus", así que ponte cómodo y disfruta las próximas diez horas.



- Menuda paliza de viaje... ¿y ahora esto qué es?
- El taxi que nos llevará a casa. Es que papá ha...
- No sigas, a veces la ignorancia es una bendición.



- Querido ciudadano, ¡permítame con su voto mejorar las condiciones de vida de los seres no racionales!
- Jo, pues yo a estos del "Partido Animalista" me los imaginaba de otra manera...



- Hay un francotirador apuntando directamente a tu cabeza, así que deja todo tu dinero en ese cubo y márchate tranquilamente.
- Tranquilo hermanito... ¡te aseguro que son exactamente iguales que los demás partidos!



- Pero papá... ¿dónde nos has metido?
- ¡Y yo qué sé! ¡Esto es tan raro que ni siquiera se me ocurre un chiste!



- Mamá, ¿la próxima excursión a la montaña podría ser un poco más tranquilita?
- Calla, que esto forja el carácter y "ensanchece" el espíritu y todo eso.



- Hooolaaa, ¡sácanos guapos!
- Sí sí, pero no sueltes el volante que os vais derechitos a la catarata...



- ¿Qué pasa? ¿No queríais ir a un parque acuático? ¿Pues de qué os quejáis?



- Hala, ¿mejor así?
- Bueno, menos da una piedra. ¡Pose moderna y resultona, ya!



- Pero bueno, ¿esto qué es? ¿¿Nieve en pleno agosto??
- Esto va a ser cosa del "cambio de neumáticos" ese del que hablan tanto los mayores...



- ¿De verdad vais a salir así a la calle? ¿No os da vergüenza?
- Bueno, depende... ¿qué pone en el letrerito de mi Fuji?



- ¿Por qué la gente se mata tanto en el gimnasio, pudiendo ir simplemente a la musculería a comprar unos bíceps?



- ¿Veis ese agujero con pinchos en el suelo y lleno de esqueletos? Pues tened cuidado al pasar por aquí...



- ... y ahora venga, subamos al teleférico minimalista que hay que salvar un desnivel de dos mil metritos de nada.
- Creo que esto de los circuitos de aventura para niños se nos está yendo de las manos...



- ¡¡Mamá, te dije que no limpiaras la casa con agua, que encoge!!



- Qué divertido es esto, ¿cómo dices que se llama?
- "Salvapantallas del Windows 95"



Yo digo que tanto moco no puede ser bueno...



Aceite de oliva español en Japón: unos 3.50€ por un cuarto de litro. Valoremos lo que tenemos.



- Uf, qué aburrimiento... oigan, ¿ustedes llevan mucho tiempo esperando?
- Bueno, cuando llegamos aquí éramos más o menos como tú.



- A ver si hay suerte y cazo un faisán o una langosta para la merienda... oye, ¿y dónde está papá?



- ...y me doy una maña que no hay en España un arquero mejooor ♪♫



- Venga papá, ya hemos descansado bastante, sigamos pateándonos este interminable parque de atracciones. ¿Papá?
- Jo, otra vez nos ha dado el cambiazo y se ha ido a los recreativos...



- Qué suerte que nos han prestado un coche para movernos por Japón, pero yo diría que el de la caseta de peaje de la autopista nos miraba raro...



...y creo que hasta aquí puedo leer. Perdonad la pobreza narrativa, pero con haber podido sacar algo de tiempo para seleccionar las fotos y añadirle textos ya puedo golpear dolorosamente mi dentadura con un pedazo de corteza terrestre. Esperamos poder repetir aventura nipona el verano que viene, y en cualquier caso, aquí o en otros rincones de los internetes, ¡nos leemos!



Hasta siempre Shuzo, gracias por todo. Echaré de menos tu yayamen.