04 septiembre 2017

Japoneando 2017



Efusivos saludos impacten en todos vosotros, queridos internetistas. Si bien el año pasado os quedasteis injustamente privados de la consabida ración de aventuras niponas (aunque en su lugar os ofrecí una suerte de serial americano), no será el caso del año en curso. Recientemente hemos concluído nuestra ineludible cita con las tierras, gentes y cosas de la gran "J" del pacífico, y tal como debe ser, he aquí un dicharachero y entretenido relato de tamaña aventura.

Esta vez el viaje fue un tanto accidentado. Sólo teníamos una hora para realizar el transbordo el primer al segundo avión en el aeropuerto Frankfurquense, lo cual confiábamos en conseguir haciendo gala de nuestras dotes atléticas. El problema es que al llegar alguien ya había pillado el parking de nuestro avión (¿es que no conocen el truco de poner a una persona de pie estorbando para reservar la plaza?), después se estropeó la pasarela para bajar y hubo que esperar a que viniera un autobús (para eso podíamos haber ido desde Mallorca directamente en autobús, ¿no?), y finalmente remató la jugada una abultada cola en el control de pasaportes (vamos cada año, ¿es que no nos conocen ya?). Total, que perdimos el vuelo y tuvimos que ser reubicados en otro de otra compañía que no nos moló tanto (sus vuelos son más baratos, y se nota).


Maletas. Maletas everywhere... (¿he usado ya este chiste antes?)



- ¡Mira papá! Están de oferta los emporios armados de jefes sexys... o algo así



- Niños, que no hace falta que le vayáis diciendo a todo el mundo dónde trabajo...



- ¿Qué pone ahí? Es que estoy tan cansado que ya no sé ni leer...
- Pues precisamente eso: "Bienvenidos, kansaos"



- Por fin hemos llegado, qué ganas tenía de zampar delicias gastronómicas niponas...
- Jo jo, ¡estás tan hecho polvo que te han colado un menú del MacDonarudo y ni te has enterado!



Una vez en casa hubo tiempo para las consabidas sesiones de interacción primo-sobrínicas, para regocijo de todas las partes implicadas.


- ¡Anda, mirad, ha venido el calvorota!
- Vaaale, ¿puedo irme ya? Que el nuevo vídeo de El Capullus no se va a ver solo...



- ¿Os vais a comer ese trozo de tarta? Es que mi camiseta tiene algo de hambre...



- Ven Daiki, majo, posemos para una idílica estampa familiar.
- Hummm vale, ¿puedo volver ya a mi partida del Craft of Trash?



Aunque para ser sinceros, ¿para qué vamos en realidad a tan lejano lugar con todas las tribulaciones que ello supone? Efectivamente, para ponernos a menear el bigote con fruición y ansia viva.


- Niños, no os preocupéis y seguid jugando tranquilamente al Flan Royale ese, que mientras tanto yo daré cuenta de este portentoso COFRE LEGENDARIO.



- ¡Señor cangrejo, nos hemos quedado sin cangreburguers! ¿Qué hacemos?
- Habrá que tomar medidas drásticas. Será doloroso, ¡pero todo sea por el negocio!



- Mira, han escrito nuestros nombres con chocolate. ¿A que dan ganas de enmarcarlo?
- Enmarca el tuyo si quieres, pero yo me voy a zampar hasta el plato.



- A mí dejadme de moderneces y elegancias: las palomitas a granel son el invento del milenio y punto.



Esto es sukiyaki, la comida que nos esperaba en casa el día de nuestra llegada. No tiene aspecto muy glamouroso pero os aseguro que es auténtico manjar divino.



- ¿Todo esto... es... chocolate? Gaaaaaah...
- Vaya, se ha vuelto a quedar colgado. Cada vez que lo traemos a un bufet libre lo mismo, se ve que se le sobrecargan los sensores. 



- Estas pilas de platos casi desbordadas me recuerdan algo... ¿dónde decías que trabajaba tu padre?



- Estos momentos familiares de actividad comercial conjunta son impagables, ¿verdad queridos vástagos?
- Sí, pero habría sido mejor si llevaras una camiseta menos friki-vergonzosa, la verdad.



- ...porque claro, aquí sentado en un pedazo de roca que flota en la inmensidad del cosmos, ¿cómo no formular preguntas trascendentales, como por ejemplo a quién se le ocurrió recubrir un plátano con chocolate por primera vez?



- Tu madre me ha dejado aquí sentado en compañía de un yakisoba y se ha ido haciendo como si no me conociera... ¿tú sabes por qué?
- Ya te lo he dicho: la camiseta. La próxima vez te pones una del Deslomismo, como la gente normal.



- ¡Qué pintaza tienen estos okonomiyakis! No puedo esperar para hincarles el diente...
- Tú mismo, pero yo voy a esperar por lo menos a que dejen de estar crudos.



Este es el restaurante que actualmente ocupa el local que antaño alojara el mítico restaurante familiar. Fue una experiencia entre curiosa y triste.



- ¿Que si podré con todo? Pues no lo sé... pero me gustan los desafíos, je je.



Pero no todo iba a ser tragalbadismo, como es costumbre los componentes familiares de menor edad visitaron el pintoresco lugar en el que pueden hacerse una idea de cómo se ser adulto y ganarse los garbanzos con el sudor de la piel craneal.



- Oiga jefe, ¿no cree que el nombre de nuestra empresa puede dar lugar a chanzas y burlas con respecto a la durabilidad de nuestros productos?
- Puehs no séh por quéh dicehs esoh, la verdhad...



- ...nuestro objetivo es fabricar una tablet como esta pero la placa base estará hecha de galleta para abaratar costes, y para no despertar sospechas nos vestiremos de cocineros, ¿entendido?
- Jo, cómo está el mercado tecnológico, un día alguien va a descubrir el pastel (o la galleta).



- Me ha llamado uno diciendo "es el cliente el que elige la pizza y es la pizza la que elige qué ingredientes quiere el cliente"... ¿qué hago?
- Es el señor presidente, ya ha vuelto a liarse. Envíale una de piña con anchoas y listo.



- Qué, ¿listo para jugarte la vida enfrenándote a voraces incendios?
- Qué remedio, este es el único empleo que quedaba, pero que conste que lo mío es la filatelia y la numismática...



- Pues qué quieres que te diga, creo que aquí estamos haciendo el capullo...
- Pues sí, exactamente. Y nos está quedando monísimo.



- Oiga, creo que hay un error, el jefe nos dijo que nos doblaría el sueldo...
- Exactamente, por eso le he dado el sobre con el sueldo doblado por la mitad.
- Eso es un chiste de Mortadelo, ¡encima de tacaños plagiadores!



- Ahora echamos una cucharadita de hidróxido de amoníaco y una pizquita de pseudoefedrina para dar sabor, lo metemos en sobrecitos y listo para distribuir discretamente.
- Vale que la pastelería tradicional está en declive y hay que reinventarse, pero la verdad es que esto no me acaba de convencer...



- Mamaaa, te dije que no lavaras el tren, que encoge...



- A la de tres os ponéis a pedalear como si no hubiera mañana. ¿Preparados?
- Esto del shinkansen low-cost no acaba de convencerme por muy barato que sea, la verdad...



- ...ahora trifulcas el obturador del array de condensadores y con eso ya tienes definido el bucle XOR-rada.
- Qué complicado era programar los ordenadores antiguos, no entiendo cómo le puede gustar esto a mi padre.



- Voy a desenchufar Internet para que podáis actualizarle el carburador al router primigenio, más os vale daros prisa o el caos se comerá el mundo. Preparados... listos...



- Cuánto tarda en llegar el tren, ni que esto no fuera más que una reproducción ficticia de una estación de las de hace antaño...



- He tenido que empeñar el cuello para poder comprar la entrada, pero ha valido la pena: ¡por fin puedo tirar de la palanca del cuadro de mandos de un tren viejo!



Como incisio curioso-andamiratú, un día nos encontramos lo que parecía ser un restaurante catalano-mallorquín, al que no llegamos a entrar pero que tiene pinta de ser el lugar ideal para degustar un pantumaca o un poco de sobrasada:







También os puedo contar que las dos primeras semanas del viaje estuve trabajando, ventajas de estar en una empresa "medio virtual". El antiguo ordenador todo-en-uno de mi difunto suegro cobró nueva vida como pantalla auxiliar merced a un cable HDMI que había en el bolsillo de Doraemon, lo que unido a un combo teclado+ratón que me agencié en la ordenadoría de la esquina resultó en un entorno altamente productivo que bla bla bla.

- Lo siento Kaito, pero es necesario que el ratón te pisotee la cara a mayor gloria de la economía familiar.




Y para terminar, un lote de fotos miscláneas/variadas/RND(-TIME), que no se diga.


- Mi instinto de superguerrero espacial me avisa de que ya está listo el desayuno. ¡Al ataque, pues!



- Papá, dile a Wataru que deje de poner cara de emoji borracho, que da un poco de yuyu...
- Pipí, dili i witiri qui diji di...



- Quédense tranquilos: lo sacaremos a pasear cada día, le llenaremos el cuenco de comida por la mañana y por la tarde, y mantendremos su cajón de arena limpito. Hala, ya pueden irse de vacaciones.



- A ver cuándo nos traen la batería de unobtanium de repuesto para el carricoche este y podemos seguir con la procesión...



- Sí, este sitio está muy bien, pero la humedad es un poco como exagerada...



- Anda, qué trasto más raro. ¿Cuántos puertos USB tiene?
- Relájate hermanito. Es nuestro padre y hay que quererlo. Tú disimula y mira para otro lado. 



Me gusta el budismo porque no es como las otras religiones, que intentan comerte la cabeza y... oh wait...



- ¡Abran paso! Ha llegado la Delegación Oficial de Divinas de la Muerte.



- Jo, qué realista es este Mario Kart en realidad engordada... lo raro es que no necesitemos ni casco ni gafas ni nada.



- Guau, ¡qué magníficas vistas!
- No te distraigas que tienes una micción que cumplir.



- ¿Hola? ¿Entre tanto experto en redes no hay nadie que me pueda arreglar el wifi de la tostadora?



- ¿Qué pasa? Ya que siempre estoy dando la nota, he decido hacerlo en condiciones.



- ¡Fuuu... sión! Ah no, espera...
- Déjalo broder, lo intentaremos otro día que estemos menos borrachos.



- Niños, hoy es mejor que no hagáis enfadar a mamá. Os lo digo por vuestro propio bien.



- Que no os enteráis. ¡ASÍ se hace un auténtico kamehameha!
- Papá, ya es oficial: no te conozco.



- ¡Sacadme de aquí! ¡No volveré a embadurnar la chimenea con gasolina!
- Nada nada, te quedas ahí (18-edad) años y un día y a continuación te buscas la vida, que menudo peligro tienes.



Daiki sabe cómo poner fin a la dicotomía "¿Tablet u ordenador?" de un plumazo, y yo no entiendo cómo puede enterarse de nada de lo que hace.



- Mirad, he inventado el híbrido entre humano y sobre. ¡Ideal para dedicarse a la política!



- Me habían dicho que los medios de transporte japoneses son revolucionarios, pero la verdad es que me imaginaba otra cosa...



- Y tenga cuidado de no caerse, la pelotas son explosivas.
- Jolines, cómo está el tema de las entrevistas de trabajo...



- Papá, no disimules, esto no es un parque temático naturalístico, ¡nos estás explotando!
- Todo sea por la economía familiar. Venga, espabilad que aún os faltan un par de hectáreas por recolectar.


Y eso es todo por ahora. ¡Nos volvemos a leer un año día de estos!